La artritis y la artrosis, aunque pueden presentar síntomas similares, son enfermedades distintas con causas y tratamientos diferentes
La pregunta ¿qué diferencia hay entre artrosis y artritis? Es muy frecuente en las consultas de fisioterapia. Es importante explicar al paciente las diferencias clave entre ambas condiciones para que pueda buscar el tratamiento adecuado y adoptar medidas de autocuidado correctas.
La artritis y la artrosis son dos condiciones médicas que afectan a las articulaciones, pero a menudo se confunden entre sí debido a sus nombres similares. Aunque comparten algunos síntomas similares, como dolor articular, rigidez y dificultad para moverse, es importante entender que son dos enfermedades diferentes con causas y tratamientos distintos. En este artículo, exploraremos las diferencias clave entre la artritis y la artrosis, para que el paciente pueda comprender mejor cada condición y tomar medidas adecuadas para su manejo.
Artrosis
Es una enfermedad degenerativa de las articulaciones que se produce debido al desgaste y deterioro del cartílago que cubre las superficies articulares. Sus principales síntomas son:
- Dolor que aumenta con el movimiento y mejora con el reposo
- Asimetría ocasional
- Rigidez matutina de 15-30 minutos
Artritis
La artritis es una enfermedad inflamatoria que afecta las articulaciones y puede ser el resultado de un trastorno autoinmune, como la artritis reumatoide, o la acumulación de cristales en las articulaciones, como la gota. Sus principales síntomas:
- Su principal rasgo es la inflamación
- Enrojecimiento y calor en las zonas afectadas
- Dolor constante que empeora con el reposo
- Siempre existe asimetría
- Rigidez matutina de larga duración (horas)
Los factores de riesgo para ambas enfermedades también son distintos, mientras que la artritis incluyen antecedentes familiares, edad avanzada y sexo femenino. En el caso de la artrosis, los factores de riesgo son la edad, el sobrepeso u obesidad, lesiones articulares previas, así como actividades que ejercen una presión excesiva sobre las articulaciones.
La fisioterapia desempeña un papel crucial en el tratamiento de la artritis y la artrosis. Aunque estas condiciones son crónicas y no tienen cura, la fisioterapia ayuda a reducir el dolor, mejora la función articular, potencia el fortalecimiento muscular y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
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