Este sedentarismo favorece que, en el futuro, aparezcan enfermedades como la obesidad, diabetes, hipertensión, dolor de espalda e incluso problemas de autoestima. Además, se produce un incremento en los Índices de Masa Corporal, provocando una deficiente capacidad cardiorrespiratoria al esfuerzo físico, así como falta de flexibilidad.
Para evitar estos problemas, se debe fomentar la realización de ejercicio diario y regular, tanto en jóvenes como en niños, acompañado de una correcta hidratación y alimentación equilibrada, a fin de estimular hábitos de vida 
saludable.
Desde la fisioterapia debemos fomentar los múltiples beneficios de la actividad física en niños y adolescentes, así como algunas estrategias para desarrollar un estilo de vida activo desde temprana edad.
Beneficios de la actividad física en niños y adolescentes
a) Salud cardiovascular y muscular: la actividad física regular ayuda a fortalecer el corazón, los pulmones y los músculos, promoviendo una buena salud cardiovascular y una adecuada función muscular.
b) Control del peso: el ejercicio ayuda a mantener un peso corporal saludable y previene el desarrollo de la obesidad, un problema cada vez más frecuente en la infancia y la adolescencia.
c) Desarrollo óseo: la actividad física, especialmente aquella que implica soportar peso, contribuye a la formación de huesos fuertes, reduciendo el riesgo de osteoporosis en etapas posteriores de la vida.
d) Mejora del estado de ánimo: la práctica de ejercicio libera endorfinas, sustancias químicas que generan sensaciones de bienestar y felicidad, ayudando a reducir el estrés y la ansiedad.
e) Desarrollo cognitivo: estudios han demostrado que la actividad física regular está asociada con un mejor rendimiento académico y habilidades cognitivas mejoradas en niños y adolescentes.
f) Socialización: participar en actividades físicas en grupo, como deportes de equipo, permite a los niños y adolescentes socializar, desarrollar habilidades sociales y construir amistades duraderas.
Estrategias para fomentar la actividad física en niños y adolescentes
a) Ejemplo de los padres y cuidadores: los adultos tienen un papel fundamental en el fomento de la actividad física. Si los niños ven a sus padres y cuidadores disfrutar de la actividad física, es más probable que sigan su ejemplo.
b) Juegos y actividades divertidas: la actividad física debe ser vista como una oportunidad para jugar y divertirse, no como una obligación. Organizar juegos al aire libre o practicar deportes que les gusten a los niños y adolescentes los motivará a mantenerse activos.
c) Limitar el tiempo de pantalla: reducir el tiempo que pasan frente a dispositivos electrónicos como televisores, ordenadores, videojuegos y teléfonos móviles les brindará más oportunidades para estar activos.
d) Incorporar la actividad física en la rutina diaria: caminar o andar en bicicleta para ir a la escuela, realizar paseos familiares después de la cena o jugar en el parque son excelentes maneras de incluir la actividad física en la rutina diaria.
e) Apoyo en la escuela: los centros educativos pueden promover la actividad física mediante la inclusión de clases de educación física, actividades deportivas extracurriculares y recreos activos.
La actividad física es esencial para el desarrollo saludable de los niños y adolescentes. No solo mejora la salud física, sino que también tiene un impacto positivo en su bienestar emocional, social y cognitivo. Fomentar un estilo de vida activo desde temprana edad no solo sienta las bases para una vida más saludable en el futuro, sino que también inculca hábitos positivos que pueden perdurar toda la vida. Al involucrar a los niños y adolescentes en actividades físicas divertidas y variadas, y al brindarles un entorno que fomente la actividad, estamos invirtiendo en su salud y felicidad a largo plazo.
Para más contenido sigue nuestras redes sociales:
